La CUP ayer 8 de Julio de 2021 se apuntó conceptualmente al mismo tipo de propuesta del grupo reaccionario Koiné de única lengua de uso público durante el debate destinado a garantizar que las pruebas de acceso a la universidad se puedan hacer en español y catalán. En la práctica la Generalitat pone todas las trabas posibles para dificultarlo y vulnerar la igualdad de derechos entre hablantes como el hecho de que no se dispongan de exámenes suficientes, no se informe de la manera adecuada, no haya un derecho de opción libre y en igualdad de condiciones, se entreguen los exámenes más tarde que al resto o incluso se anote como incidencia.
Durante el debate se pudo escuchar como expresamente consideran que las pruebas de la universidad deben hacerse solo en catalán y su voluntad política es no respetar los derechos de los hispanohablantes en igualdad de condiciones. Es una situación anormal que los hispanohablantes no usen su lengua materna o de identificación para superar las pruebas teniendo esta opción ya que deberían salir perfectamente capacitados para ello de la escuela. Lo cual puede indicar que o bien no se sienten suficientemente cómodos en el ámbito educativo, o el hecho de estudiar el temario en otra lengua no les permita estar familiarizados con los términos técnicos, lo cual representaría un problema educativo. O bien un problema de diglosia dónde se renuncia a usar la propia lengua, por influencia del uso académico exclusivo del catalán. En una sociedad dónde no exista un problema de lenguas no debe darse esta situación y se deberían escoger ambas lenguas para las pruebas.
En todo caso, hoy no es el tema que querríamos tratar, por tanto solo lo apuntamos. La cuestión es que Carles Riera apuntó con claridad a un modelo dónde la "lengua común" sea el catalán, sin ninguna referencia al español, de manera que lo relegaba implícitamente al "resto de comunidades lingüísticas" de Cataluña, dando por hecho de que la lengua de Cataluña es solo el catalán, y que esta debe ser la única lengua pública. Situación que seamos serios, hoy día ya se da de facto a nivel de uso institucional o cultural, hay 2 lenguas oficiales, pero la Generalitat no cumple ni lo que dice la ley, y el estado no vela por el cumplimiento de esta. Este es el mismo objetivo que se marca el Koiné.
El objetivo que marca la CUP por tanto es de exclusión del uso público del español, y la inmersión para ellos según manifiestan es un sistema de discriminación del español que tiene como objetivo llegar a su exclusión total y sustitución por el catalán. No se trata de normalizar ni de aprender una lengua como se decía que se pretendía cuando se estableció el modelo, se trata de un proyecto de construcción nacional excluyente. Es absurdo que un hispanohablante vote a esta clase de partidos que vulneran sus derechos deliberadamente, o tienen la intención de hacerlo en mayor medida y ahora ya han perdido los complejos y lo afirman a las claras.
Una vez llegados a este punto ya no podemos autoengañarnos, el objetivo de la inmersión no es el aprendizaje, que también se puede conseguir mediante la conjunción lingüística, si no la sustitución del español por completo en el uso público, relegándolo el español al uso privado, domiciliario o en lugares no controlables por las instituciones o la legislación, pero que irremisiblemente se vería afectado también por el dominio en el resto de ámbitos. Van poco a poco, pero quieren ir lejos, como decía Pujol "ahora paciencia, después independencia" pero parafraseado sería "ahora inmersión, después única lengua pública".
En la intervención posterior de En Comú Podem, asistimos a la clásica ridiculización hablando de conspiranoia por parte de sectores con simpatías con el nacionalismo, pese a que el discurso de la CUP no dejaba lugar a dudas y al cual no hacen referencia, y como asumen que pese a que el derecho de opción lingüística existe lo niegan y consideran que debe ampliarse lo más posible el uso del catalán como única lengua vehicular.
Aquí podéis escuchar también a la exconsejera de cultura Angels Ponsà relegando el español a una lengua más de las que hablan los migrantes