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Marta Vilalta, Heidegger, Heribert Barrera: Enraonar y el silencio ignominioso de la izquierda ante el racismo cultural

Vilipendiar a la Cataluña hispanohablante, de manera genérica y por un rasgo étnico (cultural) es racista cultural y totalitario. Esto es lo que ha hecho Marta Vilalta de ERC, un mensaje denigrante con el apoyo de la presidenta del Parlamento, Laura Borrás, su cómplice en este suceso y firmante de un manifiesto dónde se llama colonos a la mayoría de catalanes. Cada día que sigue la presidenta del Parlamento en ese cargo sin apenas críticas implica tolerancia de la izquierda con un personaje que está a la altura de Marine Le Pen.




No vamos a entrar a discutir el significado de la palabra "enraonar" o si existe equivalente en español, no es necesario, ni tampoco en la afirmación de "que por algo será". Es muy claro que está dejando ir que si no existe la palabra tiene que ver con atribuir a los hispanohablantes la ausencia de la capacidad cultural de razonar y dialogar. Es puro racismo cultural tal como Heidegger (que fue miembro del partido nazi) consideraba que solo el griego y el alemán eran aptos para expresar filosofía, tomando la lengua como una herramienta destinada a legitimar las ideas racistas culturales, el nacionalismo y la segregación territorial aduciendo lengua o cultura (aunque tenemos una lengua común).


Estos días hemos visto el ataque al director del Jueves que deploramos y al que damos toda nuestra solidaridad, y viendo las reacciones de apoyo se hace más trágico pensar en el silencio ignominioso y la nula lucha social por parte de medios y políticos contra el auge del racismo cultural en Cataluña.



Si son graves las posiciones del gobierno catalán y el ambiente que vivimos, peor todavía es la tolerancia de la izquierda catalana no independentista, que ni tan siquiera defiende a sus votantes (mayoría hispanohablante) pensando que nunca se volverán contra ellos ante su permisividad con la perdida de derechos o los coqueteos con aquellos grupos que los denigran por los cuales dichos políticos sienten mayor afinidad y les preocupa más lo que digan o hagan. Normalmente cuándo alguien no hace algo, o toma posiciones políticas favorables al nacionalismo salvando algunas distancias, es porque no quiere, basta de rasgarnos las vestiduras y mesarnos los cabellos anhelando el apoyo que no llega. 


Simplemente no están de nuestra parte y nunca lo estarán realmente, solo con cuidados paliativos para que no nos revolvamos mucho, pero no cambios radicales ni defensa de nuestros derechos, basta ver como Podemos quiere blindar la exclusión lingüística hispanohablante en la escuela. Baste ver como en campaña electoral se elabora un rap, hablando de charnegos, usando el español, y mostrando una imagen poligonera, pero cuándo en el parlamento el partido con el que aspiraban a gobernar nos veja, guardan silencio. Aunque más preocupante sería que adoptaran una posición de declaraciones públicas defensiva, que luego sabemos que va en dirección contraria en las políticas reales, baste ver el acoso permitido a trabajadores de la TMB por comunicarse en español, y la defensa de su exclusión mediante el uso de una única lengua vehicular.



Es más, silenciar y callar a los que si alzamos la voz, es importante porque pondría en duda todo el proyecto o sus propuestas políticas que parecen atenuantes de las del nacionalismo pero que también dan pasos en esa dirección en lugar de buscar la reversión. La única posición que puede romper esta dinámica, es empezar a atacarles por su complicidad por omisión y su colaboración activa y que se ponga en peligro todo su nicho de votos cautivo, al que nunca defienden a la hora de la verdad si no que ahondan en su opresión. La misión de parte de la izquierda catalana es sujetarnos ante el avance del nacionalismo catalán y su racismo, hacer de dique de contención, toman el papel de defensores para tener el control político del voto pero rechazan hacerlo al mismo tiempo que evitan que otro lo haga. Significa la desactivación de la resistencia al nacionalismo, no al independentismo, si no al nacionalismo de dominio, control, desigualdad y exclusión social y cultural.


Hay que dejar claro, que tras 40 años de poder del nacionalismo, que si bien fueron víctimas culturalmente hablando de Franco, esto no implica que también sea opresor, y de hecho lo es. Al igual que los judíos fueron víctimas en el pasado, y desde hace años los judíos sionistas son verdugos. Haber sufrido opresión no significa que se haya perpetuado durante estos 40 años de democracia o haya cambiado de bando, baste ver la exclusión de los hispanohablanes de los espacios de uso culturales e institucionales y de uso público.


Finalmente estas líneas de pensamiento dentro de ERC no sorprenden, comenzando por la reciente campaña pidiendo que no se compre en español


Los recordatorios de sus juventudes a fascistas


Ya desde sus orígenes con Estat Catalá y las JERC y la manifestación fascista por Montjuic



Las diferencias genéticas de las que habla Oriol Junqueras



Las opiniones reaccionarias de Súmate, donde estaba Gabriel Rufián, en teoría castellanohablantes independentistas que en cambio defienden la marginación social de nuestra lengua, considerando solo el catalán vehicular o dando pábulo a la teoría de colonos



Los hermanos Badía fascistas, asesinos y torturadores de la clase obrera catalana, que hoy día siguen homenajeando, incluídos sus líderes presos políticos como Junqueras


Heribert Barrera que también consideraba que había características de los negros que hacían que tuvieran menor cociente intelectual, y que fue presidente del parlamento de Cataluña




Con estos antecedentes no es extraño, ahora bien, lo terrible es el abandono de la izquierda y que no se atreva a llamar las cosas por su nombre, ni a defender a la población denigrada y marginada, su renuncia total de defensa del oprimido y su papel pacificador y silenciador frente al ultranacionalismo catalán.