Pese a ser la mayoría de los catalanes que la tenemos como lengua materna, y lengua común a todos, si bien los menos representados en instituciones y absolutamente desaparecidos en el gobierno catalán a causa de los partidos nacionalistas que dividen la sociedad en identidades, debemos conseguir que cesen los abusos que estas organizaciones cometen.
En primer término, cabe dar representación a nuestra lengua en la educación, en correspondencia con la población catalana
Reafirmar el derecho al uso lingüístico en la Administración autonómica y local y garantizándolo en la práctica en pie de igualdad, reparando la abrumadora vulneración de derechos lingüísticos que ejerce el régimen nacionalista
Fomentar el desarrollo cultural de la comunidad lingüística hispanohablante y terminar con la marginación en todos los ámbitos, a nivel de formación, estímulo, desarrollo frente a la política excluyente de la Generalitat
Concienciar del derecho a la presencia pública frente al proyecto de única lengua pública de los partidos nacionalistas y acabar con la presión ante el uso de nuestra lengua materna
Conseguir que esta sociedad no esté representada exclusivamente por nacionalistas con una sola identidad cultural en los puestos de cultura, dirección social, y gobierno.
Conseguir en los centros cívicos, en las actividades culturales en las poblaciones, en la rotulación en las calles, a lo largo de Cataluña la presencia de forma natural de los hispanohablantes
Acabar con la restricción de lengua en la cultura, en su fomento y subvención de la población catalana hispanohablante
Creación de medios de comunicación públicos estatales de ámbito autonómico también en nuestra lengua común
La disposición siempre de webs, textos, folletos, documentación, rotulación, etc, de todo el material para hispanohablantes con la misma facilidad de acceso
Durante 40 años se ha aceptado una política discriminatoria en la búsqueda de la concordia que solo ha llevado a mayor maltrato y privación de derechos, por tanto hay que aspirar a un trato igualitario y no vejatorio referido a los derechos, cultura o lengua, no permitiendo declaraciones como estas en el Parlamento de Cataluña o manifestaciones racistas culturales como la también presidenta del Parlamento catalán, Laura Borràs. Nuestra comunidad lingüística es tan catalana como cualquiera y debe ser considerada como propia, tanto por derechos, costumbres o idioma.