Despertamos con un artículo de Neus Tomàs, No es Netflix, es el catalán, como siempre con una perspectiva que termina siendo clasista y de discriminación étnica (cultural) desde medios de supuesta izquierda que actúa a favor de los nacionalismos de las regiones ricas españolas pero menosprecia a la mayoría de clase trabajadora castellanohablante de estos territorios. Recordemos que hablantes de lengua materna catalán en Cataluña solo son 3 de cada 10, no por un robo de la lengua, si no porque la lengua materna de gran parte del resto es el español, ya que son migrantes y descendientes de migrantes. Castellanohablantes que son privados de derechos muchísimo más esenciales que Netflix, como lo es por supuesto la escuela con 0% de vehicularidad de asignaturas no lingüísticas, las bibliotecas en que los libros infantiles en castellano son el 20%, las universidades el 20% de castellano, las calles con su lengua invisible en las rotulaciones, las instituciones y la información a los ciudadanos, las actividades extraescolares, la cultura producida localmente, teatro, radio, incluso las televisiones locales casi al 100% en catalán, y mucho más.
En primer lugar debería saber ya Neus Tomàs que la gente de lengua materna catalán ya habla catalán. La cuestión es que continuamente consideran que el demos de lengua materna castellanohablante también les pertenece, 10 millones de personas de casi 14 de lo que llaman Paises Catalanes. Pero en Cataluña ya en el año 2000 el 60% de la población y ahora bastante más era migrante o descendiente de migrante con su propia lengua materna, el español. De hecho el catalán se ha apropiado de casi medio millón de catalanes con lengua materna castellano que ya no la tienen como lengua de identificación. Y la transmisión intergeneracional del castellano se ha reducido drásticamente. El catalán no tiene derecho a imponerse sobre toda la población y crecer a costa de los hablantes de lengua materna español, lo justo, lo igualitario y lo correcto es que proteja que los hablantes de catalán sigan usando su lengua, no hacer una conquista expansionista sobre el resto.
Habla Neus Tomás de la última encuesta de usos lingüísticos del 2018, pero no dice toda la verdad, no dice que los hablantes de lengua materna catalán se ven incrementados a costa de los de lengua materna español. Tampoco dice que los hablantes de español lo son por derecho propio, pues hacen uso de su lengua materna, el español. Esta es la realidad demográfica, una realidad natural, fruto de la transmisión entre madres e hijos de la lengua, y fruto de la migración, que es la mayoría social de Cataluña, mientras que los catalanes de origen y lengua materna catalán, son una minoría social.
Es verdad que la preeminencia del español en Barcelona es grande, pero es una cuestión demográfica, ya que la mayoría de migrantes fueron a esa zona, y si se expresan en esa lengua, es porque es la suya, la que les enseñó su madre, y es su derecho legítimo. La migración sigue llegando a Cataluña y ese porcentaje se incrementa, pero el número de hablantes cuantitativamente de catalán, no baja. Baja el porcentaje porque se incrementa la población. El juego con los porcentajes es tramposo.
En cuanto a la pretensión de ERC que cita Neus Tomàs sobre la ley del audiovisual, como decíamos al principio obvia que en Cataluña por ejemplo, las televisiones locales casi al 100% emiten en catalán, y los jóvenes y el resto de la población no pueden expresarse culturalmente en su lengua, gracias a una ley catalana que discrimina el español. Según Neus hay que respetar el artículo 3 de la Constitución que protege las lenguas minoritarias, pero se olvida que todos los hablantes deben ser protegidos, y aunque el español sea mayoritario en Cataluña como lengua materna tiene gracias a un régimen lingüístico autoritario cercenados la gran mayoría de derechos que ya enumerábamos al principio.
La constitución es para todos, el respeto a los derechos lingüísticos de los castellanohablantes en Cataluña no está garantizado, si no vulnerado sistemáticamente, ni tan solo se cumplen las sentencias.
Como puede Neus Tomàs saltar a defender una lengua en Netflix cuándo no defiende que los hijos de millones de catalanes no pueden estudiar en su lengua materna? Como puede ERC atreverse a reclamar nada cuando no predica con el ejemplo, y solo avanza en la privación de derechos de los castellanohablantes, actualmente inmersos en reducir el español en la Universidad en Cataluña al 20%!! Como puede Neus Tomàs no indignarse ante eso?