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Pepco suprime el español en Girona, y se desata la batalla por los derechos hispanohablantes


Pepco, la cadena de tiendas de bajo coste alternativa a Primark está ubicada en toda España, y ha suprimido el español en Girona este viernes tras el acoso lingüístico del catalanismo, que en un asalto con pintadas al local tachó las palabras en español para sustituirlas por catalán. Los ultras no buscaban por tanto solamente la presencia del catalán, si no la eliminación del español al suprimirlas con espray de la cartelería. 

Pepco ayer decidió que los derechos hispanohablantes no importan poniendo unos nuevos carteles sin una sola palabra en español, una decisión difícil de entender ya que dispone de más de 200 tiendas en toda España relacionadas en su página web y su decisión podría tener consecuencias comerciales de llegar a la opinión pública su falta de sensibilidad lingüística con los catalanes hispanohablantes de desencadenar una respuesta solidaria.

La situación se comenzó a gestar a principios de semana cuando personas como Anna Sayeras, auxiliar de enfermería en el hospital Santa Caterina de Salt, que ha sido delegada sindical de CATAC-IAC y participante en el grupo de trabajo de sanidad de la CUP empezó a insultar llamando imbéciles y desgraciados a Pepco y usando el lema "En Cataluña en catalán" que se ha popularizado entre la extrema derecha catalanista.

El mismo día publican fotos en redes sociales con pintadas tachando el español y nuevamente con el lema "En Cataluña en catalán", mensaje excluyente ya que en el territorio el español también es oficial y de hecho es la lengua mayoritaria del pueblo catalán. En los mensajes se jactan de "suerte que en Girona saben reaccionar rápido".
El Gobierno de la CUP compuesto de miembros de ese partido y del partido ultra Junts, ha reclamado estos días decidir expulsar inmigrantes, mediante la "concejalía de lengua" cargo que es prueba de su obsesión. Empiezan a ejercer presión diciendo que en Cataluña debe estar en catalán y pretendiendo ampararse en una normativa a todas luces injusta, dictatorial y por tanto ilegítima, ya que priva a los hispanohablantes de igualdad de derechos impidiendo poner la cartelería solo en su lengua como si pueden hacerlo la minoría hablante de catalán.

La empresa se doblega ante la presión de la regidora de un partido que ha copiado el discurso racista y fascista de Silvia Orriols y por la acción de un muy reducido grupo de ultras, marginando a decenas de miles de vecinos como se ve en las fotos. La acción fue jaleada por autoidentificados miembros de la CUP y de Poble Lliure.

Poco después la regidora y el alcalde se jactan, sin ninguna mención ni denuncia de lo sucedido en el local ¿el que calla, otorga? y afirmando que en Girona se debe usar el 100% en catalán, comentario nuevamente excluyente de la lengua materna de buena parte de los vecinos de Girona. Mientras otras personas han presumido de que "la acción directa y la denuncia pública" sirve para cambiar las cosas. 

Además también han amenazado con que la tienda no iba a vender en Girona, algo que lo cierto es que podría tener parecidas repercusiones si también la comunidad hispanohablante decide boicotearla, o infinitamente peores si sucediera en toda España. 

Como respuesta hispanohablantes a la mañana siguiente han reivindicado la presencia de las dos lenguas, está por ver la respuesta de Pepco y si decide tratar con igualdad a ambas comunidades lingüísticas, y también la reacción de los medios de prensa mediante la denuncia pública para que la empresa deba retractarse de su eliminación del español.