Campos de calçots o gobiernos sin hispanohablantes

 

En Cataluña bajo el régimen catalanista millones de hispanohablantes que constituyen la mayoría del pueblo catalán no tienen prácticamente acceso a los gobiernos, o bien si lo son su idioma es borrado en la interacción con la población pese a ser oficial, o incluso están en contra del uso lógico y natural de su propia lengua. Existe una anómala y espeluznantemente normalizada brecha de representación de los hispanohablantes en Cataluña.

Es lo que llamaremos "Campo de calçots". Es nuestra paráfrasis del famoso "Campo de nabos" del feminismo, una metáfora para referirse a espacios predominantemente ocupados por hombres, donde la participación, el punto de vista y las experiencias de las mujeres son ignoradas o marginadas. El "campo de calçots" en Cataluña es donde los catalanohablantes se reúnen para discutir cómo controlar el mundo y privarnos de derechos lingüísticos mientras los hispanohablantes predominan trabajando de obreros, camareros, la limpieza o recogiendo la basura, salvo que cambien el idioma a la fuerza para poder acceder a puestos de profesores o médicos, o políticos perros falderos. Es el lugar donde el racismo étnico catalanista florece como los "calçots" en la tierra, tratando de sofocar la diversidad y la igualdad.

¡Vamos, hispanohablantes, a sembrar flores en vez de "calcots" en este jardín de racistas!. Los catalanohablantes son solo el 30% de los catalanes, hasta que esa no sea su representación en los gobiernos de Cataluña y públicamente visible !no habrá justicia ni igualdad!. Hasta que el poder no cambie nadie protegerá nuestros intereses. Veamos algunos ejemplos y asumamos por fin que esto es un clarísimo racismo cultural y lingüístico.

Aquí tenéis el gobierno del Apartheid sudafricano del primer ministro Malan, al que se considera máximo exponente del nacionalismo afrikáner, los cuales por cierto defendían que al ser su idioma minoritario toda la población negra debía estudiar en su lengua, una inmersión a la catalana, pero anterior. Todo blancos. El poder victimizándose, una versión del racismo antiblanco, lo mismo que hace el catalanismo.

Ahora os presentamos el gobierno de Margaret Thatcher, este ejemplo está puesto con mucha intención, porque algunos desde la primera línea estarán diciendo "Y Montilla! y Montilla!". La foto es de la serie "The Crown" de Thatcher rodeada de su primer gabinete de solo hombres, la cual no movió un solo dedo para favorecer la llegada de más mujeres, solo tuvo 3 mujeres en once años de gobierno.

Obama, tener un presidente negro garantiza igualdad? si Rufián fuera presidente de Cataluña e incluso la mitad de los miembros del gobierno fueran hispanohablantes serviría de algo?. Es cierto que hubo algunas mejoras mínimas en el gobierno de Obama respecto a la brecha económica, por ejemplo, pero una familia negra ingresa 0,59 dolares por cada 1 dolar de una familia blanca. Ofreció estabilidad, pero no justicia. Evitó una política racial para no ser atacado y por tanto mantuvo el statu quo, para no levantar las iras de los blancos. Las leyes no cambian las cosas, también la sociedad debe cambiar, y las estructuras de poder. Las protestas incrementaron pues Obama pedía a los negros comprensión con los blancos y su miedo a la pérdida de poder, buenas palabras para reclamar una empatía insultante con el opresor. Obama se blanqueó para llegar al poder, igual que Margaret Thatcher mantuvo el machismo. Lo mismo hace Illa y el PSC, mantiene la opresión y las aguas tranquilas, amansa a los rebeldes, mano suave en lugar de mano dura para continuar la dominación.

Y ahora examinemos los gobiernos generados por los partidos étnicos catalanistas, con políticas discriminadoras y marginadoras de los hispanohablantes. Sin explicaciones, con la imagen basta. El racismo cultural y lingüístico hacia los millones de catalanes hispanohablantes en Cataluña es prácticamente tan sangrante como en la Sudáfrica del Apartheid. Señalar el tokenismo de Chakir el Homrani (de origen no hispanohablante, por cierto), también llamado florerismo o participación simbólica que es la práctica de concesiones superficiales hacia un colectivo discriminado de manera que su influencia sea escasa o nula para modificar el statu quo. Recordemos que el 75% de Cataluña procede de la migración.

Y el golpe de gracia, vamos a ver España! Encontramos de los mal llamados países catalanes Ernest Urtasun Domenech, Luis Planas, Diana Morant Ripoll, Jordi Hereu, José Luis Escrivá, de Galicia a Nadia Calviño, Sira Rego, Yolanda Díaz, de País Vasco/Navarra a Elma Saiz, Grande-Marlaska. Son 10 de 22 ministros. Son clarísimamente más de los que corresponden por peso poblacional. Mientras España no aplica racismo cultural si no todo lo contrario, Cataluña sí lo hace. Y además sus políticas no son discriminatorias, si no a la inversa apoyan la discriminación en las regiones de los hispanohablantes, no en vano estas regiones tienen el poder económico e industrial en España y ejercen su influencia en las políticas racistas como las que evitan cumplir el 25% de español en la escuela.

Para los hispanohablantes queda trabajar en las fábricas, el fracaso escolar por culpa de la inmersión, la exclusión de la política y la cultura, aunque somos la gran mayoría. No tenemos quien nos defienda. Los catalanohablantes ostentan el poder, gobiernan para una minoría de la población: los que hablan catalán y los que son asimilados o comprados. ¡Y a eso le llaman democracia! Ahora estamos casi en campaña electoral, pero atrás quedaré escuchar al PSC y a ECP hablar en español, y alguna pequeña frase de reconocimiento, ni siquiera entonarán el mea culpa, de nuestra discriminación no hablan. Aunque haya hispanohablantes en sus filas, forman parte del poder, y toda la estructura es catalanohablante.

Que recibiremos una vez haya elecciones, trabajo, puestos subalternos, nada de poder decisorio, hasta se aliarán entre derechas o izquierdas, o incluso con el PSC pero a cambio del poder nos venderán como esclavos en el mercado. Necesitamos transformar la realidad desde abajo, mientras estemos ausentes de los puestos de poder: político, económico, cultural, social, y no defendamos a voz en gritos nuestros derechos lingüísticos, seguiremos sin interesarle a los partidos.

Tenemos muchas barreras informales como son los estereotipos donde públicamente somos marginados para no ser vistos, una opinión pública desfavorable a nuestros derechos, menos "contactos", falta de mentores  patrocinadores, menos poder económico, un modelo catalanista obsoleto donde se victimizan nuestros verdugos, ejercen sobre nosotros acoso y crean entornos hostiles y sesgos sutiles para ponernos obstáculos.

40 años de sacrificio y generosidad de escuela monolingüe solo han servido para que nos pisoteen sin compasión. Es hora de reclamar nuestro espacio! y somos mayoría!