El derecho al trabajo es superior a minorías lingüísticas intolerantes, 1º de Mayo, Día del trabajador

España, y por extensión Cataluña, firmante del Pacto Internacional de derechos económicos, sociales y culturales reconoce el Derecho al trabajo y otros derechos laborales. En el artículo 6 está el “derecho a trabajar” y “ganarse la vida mediante un trabajo libremente escogido o aceptado”. Este derecho entronca directamente con otros como el derecho a unas condiciones de vida dignas.

Vulnerar el derecho al trabajo por usar el único idioma común de conocimiento obligatorio de entre todas las lenguas de España equivale directamente a vulnerar el derecho a la vida, ya que el trabajo es necesario para la propia supervivencia, vulnerar el derecho a la salud y también la autoestima y la estabilidad emocional de las personas. 

Este miércoles es 1º de Mayo, día internacional del trabajo y queremos celebrar el derecho a que ningún español puede ser discriminado por razón de dominar la única lengua oficial de toda España. El trabajo es un derecho y bien esencial para la vida y que no puede ser limitado por otras cuestiones, mucho menos por ninguna ley regional. El mismo pacto internacional indica que tiene que garantizarse la plena efectividad de este derecho si es preciso mediante medidas legislativas. Ninguna lengua minoritaria y redundante está por encima del derecho al trabajo.

El catalanismo en cambio está usando la privación del derecho al trabajo como arma étnica, de asimilación forzosa, y de exclusión económico social, como puede ser el caso de Élite taxi proponiendo que no se concedan licencias de trabajo en taxi si no se tiene un B2 de catalán. Lo cual perjudica de especial manera a los inmigrantes con lo que cabe estudiar si además implica racismo. Tampoco sería la primera vez que vemos una oferta de trabajo en un cártel de una tienda que diga "imprescindible catalán", cuando no es imprescindible porque ya existe una lengua de conocimiento obligatorio para todos. 

Hay una intención manifiesta de construir una nación que no existe, pues en Cataluña solo el 30% es de lengua materna catalán, mientras que 6 millones no lo son. los catalanohablantes están disgregados por varias regiones y países, con lo que no les pertenece ninguna región en particular, de las cuales en todas son minorías, y por eso mucho menos en exclusiva. 

A esos 6 millones una minoría pretende forzarlos al conocimiento y uso de una lengua minoritaria (30% en Cataluña y 8% en España) mediante la amenaza a su supervivencia y la exclusión injusta del mercado laboral o limitaciones en sus opciones de empleo (excluyendo de puestos de gran influencia social), lo que perpetúa la desigualdad y la discriminación.

La constitución establece que el español (castellano) es la lengua común y oficial de toda España y que todos los españoles tienen el deber de conocer y el derecho de usar. Es la única lengua común. Es la única lengua que garantiza los derechos de todos los españoles, y que con su conocimiento por tanto deben tener acceso a absolutamente todo, sin limitaciones. El español es lengua del trabajo, de la enseñanza, de los intercambios y de los servicios públicos. Por tanto ninguna lengua regional puede exigirse para privar de derechos, aunque sea oficial.

El catalán no es garante de derechos esenciales, al contrario que el español, ya que al tener todos el deber de conocer el español y usarlo, nadie pierde ningún derecho esencial. Seguirás teniendo asistencia sanitaria siempre, nunca te faltará derecho a la vivienda, la alimentación, la educación, la cultura, o la protección a la familia. Es por ello que intentar restringir derechos esenciales mediante la exigencia del catalán, se trata de simple y puro autoritarismo, ya que el español lo hablan el 100%. 

Así no existe el derecho a que todo el mundo vaya a tu paso hablándote en una lengua de solo el 8% de españoles. Tampoco de ir a una tienda y que te hablen en catalán. Y ni siquiera hay una justificación real para limitarte como cuando se buscan trabajadores con conocimiento de inglés o alemán en la hostelería. Un turista inglés puede no entender el español, pero un catalán siempre entenderá el español, su deseo de construcción nacional y de dominación sobre los trabajadores no es válido.

Vulneran el derecho a la movilidad con la exigencia del catalán, no existen fronteras en España entre regiones, principio esencial de la Unión Europea como el derecho a la movilidad y al trabajo. Constituye una herramienta racista para limitar a un grupo de ciudadanos por motivos étnicos lingüísticos el acceso a los puestos de trabajo en España. Viene a ser un reflejo del "vienen a quitarnos los trabajos" y el idioma minoritario que es redundante sobre el español, idioma común, les sirve como traba y obstáculo. Y para controlar los puestos de dirección social, como los profesores, los sanitarios, y otras profesiones de alto nivel.

Si alguien te exige usar catalán al no ser indispensable para el desarrollo del puesto de trabajo, sea tu jefe o un cliente, viola tu derecho al uso del español. Y en el caso de algunos migrantes de territorios no hispanohablantes, se les están exigiendo doble esfuerzo, dos lenguas, de manera que el racismo tiene el doble de gravedad. Una minoría no puede dominar a la mayoría. 

Es racismo y discriminación en el ámbito laboral no aceptar el uso del español o pretender una afiliación étnica. Es injusto y contrario a los principios de igualdad y no discriminación. Todos los hispanohablantes merecen ser tratados con respeto y tener igualdad de oportunidades en el lugar de trabajo.

El régimen catalanista en la práctica viola más derechos a los hispanohablantes reconocidos por algunos de los pactos internacionales que ha firmado España, como:
- El derecho a la participación en el gobierno y en la vida pública (por ejemplo cuando no se traducen las sesiones de un parlamento al español, cuando un pleno municipal no tiene traducción simultánea, etc)
- El derecho a la educación (inmersión)
- La protección de los derechos del niño y la familia (cuando no se informa a la familia en español)
- El derecho al disfrute de los derechos culturales y la participación en la vida cultural (cuando no hay subvenciones en proporcion a la comunidad lingüística hispanohablante, cuando la oferta cultural de un ayuntamiento es solo en catalán, etc)
- El derecho a la salud (cuando deja de contratar médicos por razón de idioma)

Y otros