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Ninguna acción sin respuesta contra el catalanismo. Combatirlos debe ser como respirar


Ni siquiera deberíamos debatir esto, combatir el racismo catalanista debería ser como respirar,
 ¡necesario para mantenernos vivos! ¡Despierta, hispanohablante, y ponte en acción! Si no haces nada, eres tan culpable como estos racistas. ¡Así que levántate y lucha! Al fascismo y racismo no se le llora, se le destruye!

Si dejamos que los racistas se apoderen de las calles, las entidades y las instituciones, nos aplastarán. Actualmente ya tienen las instituciones de la Generalitat, y el apoyo del Gobierno estatal que les brinda impunidad y legitima sus leyes discriminatorias. Tienen también las escuelas, los sindicatos y la mayoría de espacios sociales. Ahora van de nuevo a por las calles. Hay que joderles el plan antes de que conviertan Cataluña por completo en su propio patio de recreo dictatorial. 

Hoy vemos como en tan solo un día, un local que había rotulado con el nombre "Sabor a España" ha sido atacado por el racismo catalanista, y como se jactan por redes sociales. Ninguna acción debe quedar sin respuesta, aunque no lo parezca la simple repulsa pública, pero minoritaria ya que no tenemos el altavoz del régimen catalanista, no llega ni a ser algo simbólico, y mucho menos efectivo. Mientras la coerción social de su acción, sin una respuesta real, surte un efecto mucho mayor de atemorización que hace que la gente se esconda, baje su perfil o renuncie públicamente a su lengua que a la larga lleva al dominio social. 


La resistencia pasiva en el fondo solo conduce a la derrota, hace falta también acción en el sentido contrario. El ejemplo lo tenemos en el País Vasco, se creó un gran movimiento cívico de resistencia contra el terrorismo, pero se limitaba a la denuncia, la protesta, la queja ante la violencia. Pero no se hizo una construcción de un entramado social coordinado en las calles, una organización en los barrios, una ideología que transmitir en los bares y centros de trabajo, una búsqueda de toma del poder político en las instituciones y también del poder social en las entidades, una batalla de las ideas cultural, un cambio de los libros de texto, una conciencia de grupo oprimido.

De manera que hoy día Bildu está a punto de ganar las elecciones, y los movimientos sociales de izquierdas, los sindicatos, etc, están dominados por el ultranacionalismo vasco y hasta están conquistando Navarra. Una persona con una bandera de España no puede caminar por País Vasco, un comerciante que pone España en un rótulo en Cataluña no le dura ni un día. Se deben invertir los términos hasta que nadie se atreva a salir a la calle con una bandera catalanista y sea considerado un racista, o ni un solo partido catalanista sea CUP, ERC o Alianza Catalana puedan poner una parada sin ser increpados.

Hay varias tácticas efectivas para luchar contra el fascismo en los barrios:

Educación y concienciación para proporcionar información sobre los peligros del catalanismo y promover la comprensión de los derechos lingüísticos, sociales y la diversidad cultural. Debemos organizar eventos educativos en nuestra comunidad para aumentar la conciencia sobre el catalanismo, sus efectos y cómo combatirlo y al mismo tiempo impulsar una comunidad hispanohablante empoderada y posicionada en la dirección social.

Organización comunitaria, debemos formar grupos locales que trabajen juntos para abordar los problemas sociales del racismo catalanista, promover la inclusión y la solidaridad, y garantizar los derechos de los catalanes hispanohablantes.

Movilización política, hay que fomentar y potenciar la participación de manera organizada de los hispanohablantes en acciones políticas y campañas para denunciar y resistir al racismo catalanista. Es necesario mediante pedagogía hacer perder la vergüenza ante las habituales burlas que pretenden que no existe opresión hacia los hispanohablantes.

Protección de grupos vulnerables, debemos apoyar y proteger a las comunidades y grupos que son blanco del racismo, proporcionando refugio y recursos, ya sean trabajadores, estudiantes, migrantes de Hispanoamérica, o comercios.

Contrarrestar la propaganda, debemos desafiar y desacreditar las narrativas fascistas a través de la difusión de información precisa y la promoción de valores, visibilizar en las calles y redes sociales nuestros mensajes, y también en los entornos de participación comunitaria. Lancemos campañas públicas que dinamiten los estereotipos catalanistas y promuevan la inclusión y el respeto.

Fomentar la participación cívica, nuestra misión debe ser involucrar a los ciudadanos en la toma de decisiones locales y fortalecer la organización a nivel comunitario. Cada hispanohablante debe ser un militante.

Alianzas intersectoriales, debemos tejer redes colaborativas y trabajar en coordinación con profesores, artistas, sindicatos, organizaciones, instituciones y la comunidad para amplificar la resistencia al racismo catalanista y promover la justicia lingüística y social. Alianzas interculturales, debemos trabajar en colaboración con organizaciones de diversas culturas para promover la comprensión y la solidaridad entre grupos frente al catalanismo.

Cada acción, no debe quedar sin respuesta, si no el racismo catalanista avanza. Un ejemplo es la exigencia del nivel B2 para conducir un taxi en Barcelona. En el sector de los taxis se cedió, pero esto está sucediendo cada día y se extiende como una plaga, nuestra oposición debe ser total en todo momento, y para dar una respuesta de este tipo hace falta una conciencia extendida entre una comunidad hispanohablante organizada y activa.

Intervención directa, si presencias una acto de racismo o autoritarismo catalanista, considera intervenir, brindando apoyo a la persona afectada y confrontando al agresor catalanista. Ya sea en un acto público, en la escuela, o en la calle.

Denuncia y documentación, debes reportar o denunciar cualquier incidente del catalanismo a las autoridades, las asociaciones o cualquier medio que tenga repercusión, y difundirlo. Es preciso documentar los casos para crear conciencia y presionar por un cambio.

Autoeducación, cada uno de nosotros debemos comprometernos a aprender más sobre el racismo catalanista y sus raíces históricas y estructurales para poder abordar el problema de manera más efectiva.

El catalanismo promueve la intolerancia y la exclusión de grupos específicos de personas en base a características como nuestra lengua. Esto va contra los valores fundamentales de igualdad y dignidad humana. Y a la larga lleva a que los partidos étnicos catalanistas consoliden el poder en sus manos y supriman nuestra capacidad de reacción y nuestra participación social a la contra. Es nuestro deber moral combatirlos de una manera tan natural y constante como nuestra propia respiración