Los símbolos de España han sido uno a uno degradados por el nacionalismo periférico, muchas veces aprovechando que los enarbola la derecha española, esta estrategia les ha permitido hacer sentir vergüenza de ser español e ir dinamitando la identidad que sirve de ancla para no pasar a sentirse catalanista. Así es como han ido incrementando la adhesión a sus movimientos racistas que astutamente son visibilizados como más cívicos, minoritarios, resistentes... gracias a definirlos por psicología inversa, primero se clasifica a España como bárbara, y luego al visibilizarte como opositor se te imbuye de los valores contrarios a los que la gente se aferra sin reflexionar mucho si son ciertos, por que los deseamos internamente ver como aliados.
Los símbolos españoles necesitarían mucho tiempo de rehabilitación, incluso sin la propaganda en contra, por lo que la manera más efectiva de combatir el aprovechamiento que hace el catalanismo es degradar también los símbolos catalanistas. Da igual señera que estelada, y el símbolo que sea. Incluso aunque te sientas identificado con ellos, o los veas como parte de una identidad compatible... este buenismo poco pragmático solo conduce a jugar a favor del catalanismo, porque sus símbolos siempre serán los que no crean conflicto y tienen todo el mundo a favor.
Así proponemos aprovechar el momento de pujanza del racismo catalanista, que ya es transversal, a cara descubierta con Alianza Catalana, Junts, el racismo de la CUP de Gerona contra la migración... para crear una asociación cultural fuerte entre la bandera catalana (y otros símbolos) y una idea política facha. Eso es comunicación política pura y dura, y exige no desaprovechar este momento concreto de la historia que ofrece una clarísima oportunidad.
Partidos como PP o VOX se adhieren a los símbolos catalanistas, lo hacen para no renunciar a los supuestos símbolos del territorio en que compiten, piensan que regalan a su rival la ventaja emocional y la narrativa de "la auténtica representación del pueblo". Pero al mismo tiempo alimentan el monstruo que acabará con ellos o que les limitará para hacer cambios políticos. En lugar de atreverse a hacer como el catalanismo que en ningún momento asume los símbolos de España si no que los va expulsando.
Están contra el catalanismo político pero no contra el orgullo de una identidad cultural... que se usa para la exclusión, tienen miedo a que les puedan decir "ellos no son de aquí, no os representan". Esa frase hace mucho daño en campaña y es lo que se lleva diciendo décadas "nos mandan desde Madrid". Y es el motivo por el cual el catalanismo se convierte en un problema eterno, que se mantiene vivo con respiración artificial para seguir torturándonos, en lugar de desconectarlo definitivamente de la máquina.
Cuál es la solución entonces? cambiar el significado de lo que representar ser de aquí. Si ser catalán, en realidad es lo menos catalán que existe, porque el 70% de la población derivamos de la migración. Entonces son los símbolos catalanistas los que no son catalanes En otros territorios no existe esta posibilidad y no se puede actuar de la misma manera que en ellos, aquí tenemos una alternativa que tenemos que potenciar, una manera diferente de ser catalán/español, que es mayoritaria, pero no se trata como tal. Continuamos apoyando machaconamente los símbolos del catalanismo tirando piedras sobre nuestro propio tejado, sin visualizar que una vez superado el punto de inflexión para el cambio dejarán de tener valor.
Hay un elemento psicológico importante también. El votante no quiere sentirse extranjero en su propia tierra. Si alguien se siente catalán y español, necesita ver que quien apoya determinadas ideas también lo es. Pero, y si hacemos sentir que quienes no aceptan ser "como los de aquí" (porque la mayoría de aquí somos la descendencia de la migración) son los catalanistas? desubicarlos a ellos? que no encajan con una tierra que ha cambiado? que sus símbolos no son compartidos?. Entonces serían ellos los que acabarían viéndose como intrusos, y daríamos por fin un giro global a la situación. Los símbolos catalanistas ya no servirían para gobernar a todos, esa es la clave.
Algunos apuntes de tácticas para conseguir que la bandera sea vista como facha:



