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Jess González y la renuncia a defender a los migrantes hispanohablantes en el Parlamento

Hace dos días en una sesión del parlamento hemos visto como Jess González (de origen colombiano) planteaba que era atacada por usar el catalán, cuando de manera constante es el español y sus hablantes el que es atacado y excluído, hasta el punto de que la lengua más hablada de Cataluña incluídos los migrantes está infrarepresentada en la cámara, unos políticos que no son una representación social de Cataluña, que lingüísticamente no representan al pueblo de Cataluña y que además legislan en su contra, como hace En Comú Podem pese a ser mayoría entre sus votantes. Escuchando su planteamiento parecía que estuvieramos viendo el mundo del revés.




Lo sucedido fue que Anna Grau, le corrigió la pronunciación del nombre propio de Solé Tura, que Jess había pronunciado como Solé Turà diciéndole que cometía este error porque tocaba de oído. Aunque Anna Grau explicó posteriormente que se refería a que citaba incorrectamente esta persona por desconocimiento, no que por una sola palabra y además un nombre propio le estuviera criticando la manera de pronunciar una de las lenguas de Cataluña. La respuesta de Jess González fue replicar que eso era un ataque por ser una migrante que se esforzaba en usar el catalán y además hacía una arenga a los inmigrantes mostrándose a si misma en el parlamento hablando catalán y que eso es una prueba de que un espacio como el parlamento también es de los migrantes.


Dicha respuesta fue jaleada por Laura Borràs, la cual es célebre por haber firmado el manifiesto de una  entidad racista que habla de residualización demográfica de los catalanes de origen por un supuesto y falso malvado plan fascista por los inmigrantes, a los que califican de colonos. Si desde una posición racista cultural como esta recibes apoyo, deberías replantearte que estás haciendo mal, y más si en la sesión de ese día se defendía tu lengua como igual y que es también la del pueblo catalán. Y lo es porque la tierra es de quién la trabaja, y nadie tiene más derechos lingüísticos sobre un territorio que otro por haber llegado antes. Nadie es más propietario que otro de Cataluña. Todos somos iguales. Cataluña es de todos los que en ella vivimos.

A continuación demostraremos las clarísimas incoherencias en la exposición de Jess González y en la posición lingüística de En Comú Podem, que no tienen en cuenta la realidad social e institucional de Cataluña y todo lo negativo de su discurso que enmascara la opresión del régimen etnocrático catalán sobre todo enfocado a los inmigrantes que tienen la misma lengua que la mayoría del pueblo catalán:

Los inmigrantes hispanohablantes son discriminados de manera racista a su llegada a Cataluña, pues para poder obtener el arraigo y regularizar sus papeles, les exigen un curso de catalán a pesar de que ya hablan la lengua mayoritaria de Cataluña y la única que conoce el pueblo catalán en su totalidad. A pesar de eso, no son considerados válidos, ni pueden acceder a más derechos, hasta que no estudian la lengua materna de tan solo 3 de cada 10 catalanes, que casualmente son aquella minoría social que tienen el poder y las propiedades.



Tener que usar el catalán como migrante para poder estar en el parlamento catalán, no es una consecución, ni un mérito, ni nada excepcional. El catalán es una lengua minoritaria en Cataluña, pero muy sencilla y con un altísimo grado de similitud con el español con lo que no requiere apenas esfuerzo. Pero además quienes son linchados en redes sociales, acosados en las calles o sus centros de trabajo por grupos fascistas catalanistas y pancartas de "Catalunya catalana", son precisamente los inmigrantes hispanohablantes que no lo hablan. Justo al revés de lo que hacía en el parlamento Jess. Teniendo en cuenta esta realidad plantear que una diputada, con estudios universitarios, postgrado y master es la que sufre discriminación por citar un nombre, y que en la calle los pobres o con menos estudios pueden verse reflejados en esto, cuando es lo contrario a la realidad que viven, está desubicado, es otro mundo descabellado.


Los hispanohablantes son los acosados en el parlamento, ya desde hace mucho tiempo tal como explicábamos en este artículo, Parlamento catalán, normalizar el español en el que podréis encontrar muchísimos ejemplos hasta el punto que los diputados catalanistas han llegado a abandonar la cámara cuando se ha usado el español, o que recientemente ha sido atacado el lider del partido más votado de Cataluña por intercalar un párrafo en castellano. Tenía Jess González cerrados los ojos cuando la lengua de los migrantes latinoamericanos y mayoritaria del pueblo catalán es atacada?



Para ser considerado digno de estar en el parlamento catalán no hace falta catalán, aunque sea útil conocerlo, no se necesita desposeerte de tu lengua y tu cultura, en un país donde es mayoritario aunque sea restringido y expulsado sistemáticamente de los espacios públicos. Recuerda a lo que Franz Fanon llamaba como máscaras blancas sobre piel negra, sobre los que se alisaban el cabello como los blancos. Si para representar el éxito de llegar al parlamento catalán no se puede hacer con tu propia lengua, y debes renunciar a ella por la de los que llevan 40 años en el poder, y dejar de representar a la mayoría social y migrante, para ser símbolo de dominación.

Cataluña es gobernada por un gobierno identitario, que pone como precio en el parlamento un determinado uso lingüístico, para ser reconocido, el auténtico mérito es no perpetuar el régimen etnocrático y discriminatorio, y a riesgo de ser criticado o comparado con ciertos partidos, desde la izquierda, tener la dignidad y la rebeldía de usar tu lengua y cultura materna, sin tener que pagar el precio de perder tu identidad porque es considerada de menos valor.




La normalidad parlamentaría será cuando aún siendo mayoría social no tener que soportar el discurso de que tienes que integrarte y adaptarte solo con una determinada lengua, que debes aceptar el desarraigo y la subordinación. Sin que el poder de más arriba, el del gobierno catalán etnocrático, te dicte lo que debes ser. Sin renunciar a uno mismo porque no gusta como eres, y el ideal es el de migrante que habla catalán en el parlamento catalán, y no simular que alguien te lo impide, cuando en realidad te presionan para ello. Cuando el parlamento catalán lingüísticamente represente al pueblo catalán, por fin representará a la sociedad y la migración, mientras, es todo lo contrario.

Sin renunciar a uno mismo porque no gusta como eres, y el ideal es el de migrante que habla catalán en el parlamento catalán, y no simular que alguien te lo impide, cuando en realidad te presionan para ello.



No es el primer caso de migrantes que hacen proselitismo de la subordinación, hasta que un día se dan cuenta que en realidad les están rechazando, porque los quieren transformar para ser de otra manera, la única manera buena, la de los que mandan. Por eso el discurso de Jess Gónzalez, de mírame inmigrante, aquí estoy en el parlamento catalán hablando catalán, es engañoso. En realidad no defiende el inmigrante, defiende la visión del mundo que tiene el poder catalanista. Esto pasa incluso entre los movimientos antiracistas. No, no demuestra nada hablar catalán como migrante en el parlamento, no supone superar ninguna prueba que cualquier ser humano podría superar, es algo corriente y moliente, y en todo caso puede suponer pasar por el aro y aceptar el rechazo y hacerlo suyo, el rechazo del nacionalismo catalanista.

Porqué un migrante hispanohablante debe renunciar a su lengua, cuando es algo a lo que no están dispuestos los catalanohablantes?

Es sumamente absurdo que esto haya sucedido justamente cuando el parlamento vuelve a dar un paso para la exclusión de la lengua de Jess González en ese espacio y al mismo tiempo en España, el malvado estado español amplía el uso del catalán con traducción en el Senado. La exclusión de la única lengua que no está normalizada en el parlamento catalán, y que solo usan algunos partidos lamentablemente de derechas minoritarios. Que gran servicio haría a la sociedad normalizar los hispanohablantes en el parlamento desde la izquierda para todos los migrantes.






Y es todavía más terrible el contexto en el que se producía, cuando precisamente se defendía reconocer algo inconcebible que no haya sucedido hasta ahora y es, que se considere legalmente como lengua propia, la lengua de Jess González, de la mayoría de catalanes, algo que ya es la realidad. Y va y se abstiene que obtiene el mismo resultado que votar en contra. Pero no es la primera vez que en Cataluña los migrantes que llegan al parlamento vía partidos, actúan en contra de los suyos, de su lengua y de su cultura, la del resto de colombianos y latinoamericanos en Cataluña.

Y por supuesto expresarte en la lengua de la mayoría de catalanes, no supone rechazar el catalán, se trata de un mero azar cual es la lengua que hablas, los catalanes hispanohablantes la hablamos porque nos la enseñó nuestra madre, no por odio, simplemente somos nosotros mismos. Tan o más de cohesión social es el castellano como el catalán, ya que el reconocimiento de la lengua de los migrantes y pobres, y no el uso de una sola lengua  en el parlamento, es la verdadera cohesión, lo demás, es exclusión.