Sabías que basta con que un pequeño porcentaje de la población mantenga sus preferencias de manera intolerante para que toda la sociedad acabe por ceder siempre que sea firme?
Esto defienden intelectuales como el libanés Nassim Taleb. Sus ejemplos son la extensión de la comida kosher en Estados Unidos o de la halal en Europa, se dio cuenta que cada vez más alimentos destinados al público en general tenían estas características pese a que no era apenas demandado... solo por una pequeña minoría. También sucede con los productos sin gluten o sin cacahuete, o el idioma inglés. Las sociedades que se veían así afectadas, cambiaban rápidamente y de manera irreversible.
La población Kosher (identifica los productos que pueden ser consumidos por la comunidad judía) representa menos del tres por ciento de los residentes de los Estados Unidos, pero casi todas la bebidas son Kosher. Esto sucede porque pasarse al Kosher implica que el productor, la tienda y el restaurante no tengan que distinguir en los pasillos de la tienda, hacer más inventario, tener almacenes diferentes...
Esto en parte es lo que se aplica por ejemplo con la rotulación en Cataluña, y la ley del "como mínimo debe estar en catalán"... por simplicidad se termina rotulando en un solo idioma, porque es más simple, menos costoso, menos trabajo. Esto se produce no solo por la demanda de un pequeño grupo "religioso" inflexible (judíos o catalanistas), si no por una ley forzosa de la Generalitat, pero el efecto del coste asociado es el mismo... y hace que el catalán se convierta en dominante en la rotulación.
También se basa en esta idea: "Una persona discapacitada no empleará la entrada normal pero una persona no discapacitada empleará la rampa para personas discapacitadas." Esto significa que los catalanistas intentan no usar aquello que está en español, pero los hispanohablantes transigimos constantemente con el catalán. Si aceptamos siempre usar el catalán, en la escuela, la cultura, los medios... somos los transigentes y no importaremos, porque renunciamos, porque no nos importa lo suficiente, somos los que cederán, y todo el mundo lo espera.
Se aplica también a la insistencia de grupos de catalanistas en redes sociales y cualquier medio reclamando el catalán hasta para respirar, mientras que los hispanohablantes callan y prácticamente no dicen ni palabra. Si Ada Colau habla en español, tiene 1000 comentarios diciéndole que lo haga en catalán. Pero si Illa solo habla en catalán, casi ningún hispanohablante reclama... por tanto Illa nunca cambiará... Debemos convertir el "en español también" en un automatismo, siempre que algo no lo esté, reclamarlo, SIEMPRE, y no transigir nunca, "si no está en español, no me interesa", aunque al principio parezcamos fanáticos (como los religiosos), cuantos más seamos, más se normalizará.
También tenéis este libro: "Jugarse la piel: asimetrías ocultas en la vida cotidiana"
Las minorías intransigentes, al mantener convicciones firmes e inflexibles, pueden influir y dominar a mayorías más moderadas y flexibles. Esta influencia ocurre porque las mayorías suelen ceder para evitar conflictos, adoptando las normas de las minorías. Esto es un poco lo que sucede con el catalán, y debe suceder con el español en Cataluña. Es también por ejemplo lo que intenta hacer una plataforma como "Mantinc el català" con lo de "mantengo siempre el catalán, en todas partes, y con todo el mundo", y no lo deberíamos subestimar pese a que el resto de su discurso donde pide la exclusión del español, nos produzca fobia, porque bien podría conseguir su objetivo si no plantamos un muro todavía más firme. Ahora mismo, depende de su éxito en extenderlo, porque los hispanohablantes no estamos ni preparados, ni empoderados para afrontarlo, debemos reaccionar de manera inmediata y cambiar la actitud social, sin esperar ni un segundo.
Proponemos algunos lemas, en base a estos y otros, con repetición constante y diaria, hasta que estén interiorizados, debemos hacer campaña pues la coordinación social en esta teoría es indispensable:
"El español es mi lengua, no mi opción."
"No pido permiso, uso mi idioma."
"El español es nuestra fuerza, úsalo siempre."
"En español, siempre, sin excepción."
"Si no es en español, no me interesa"
La base de este mecanismo social exige:
1) Coordinación social. La población intransigente debe estar extendida por todo el territorio, como sucede con los hablantes de español, pero en muchas zonas falta actitud, ya que varios cientos de miles ya no se identifican con su lengua materna el español. Debemos fortalecer su inflexibilidad.
2) La firmeza como de las comunidades religiosas citadas, necesitamos una fe inquebrantable y una voluntad irreductible de usar el idioma español.
3) Los costos asociados por la práctica inflexible, culturales, económicos, étnicos, no deben ser muy altos, por ejemplo para hacer limonada Kosher, las empresas no debían hacer más gasto, por tanto lo asumían y llegan a un público más alto. Por tanto si deben ser muy altos los costes de no usar el español, es decir, "si no está en español, no me interesa".
4) Generar conflicto siempre. La inflexibilidad se aplica para usar el español, para conseguir nuestros derechos y también como defensa. El conflicto constante e insoportable con la apisonadora del catalán, para frenar su imposición, ni una acción sin réplica, sin trifulca, sin discusión, sin insumisión, sin sabotaje o boicot. Nunca dejes pasar ni una.
5) Las interacciones cuentan más que las personas. No importa si hay más hispanohablantes que catalanohablantes. Lo que cuenta es como se comportan en sus relaciones. Por tanto las reglas que obedecemos, de renuncia al español o de exigencia del español, de usar el catalán o el español en público, de pedir perdón por hablar español o usarlo sin pedir permiso, etc, o bien todo lo contrario, es lo que cuenta. Ganará el más intransigente, no el mayoritario.
¿Qué porcentaje de la población hace falta para el cambio? según Nassim Taleb es suficiente con un 3 o 4% de la población, pero según otros a partir del 25% acabará por convencer... los catalanistas son quizás un 35%... tienen el potencial, pero nuestra demografía es mayor, debemos usarla. Pero para eso necesitamos convertir a nuestros hablantes en inflexibles, mantener nuestros derechos a toda costa, hasta alcanzar el punto de flexión del catalanismo.
La base de esta teoría de la "minoría intransigente que doblega a la mayoría" está en la "fuerza de los lazos débiles" de Granovetter, el cual explica como la red social comunitaria de personas conocidas entre poco y nada, y no tan cercanas como la familia, amistades y compañeros de trabajo, son las que terminan siendo decisivas para que consigas cosas como por ejemplo un puesto de trabajo, o por ejemplo para el caso que estudió de la movilización contra la gentrificación en Boston. Así pues debemos extender estos lazos superficiales.
Como interiorizarlo? tomarlo como una religión quizás? otra posibilidad es definir una actitud, como lo es la del Sisu finlandés es una palabra que significa algo así como "determinación estoica", "agallas", "resistencia", "valentía", "coraje", "tenacidad" y "fuerza de voluntad" que consideran definitoria del carácter finlandés, recientemente se estrenó una película titulada así, de un hombre solo que luchaba contra los nazis, de violencia y mezcla de comedia negra, que es ilustrativa. También existe el libro "Sisu: El arte finlandés del coraje" de Joanna Nylund. En todo caso, esa manera de vivir de los finlandeses siendo muy pocos habitantes, es la que les permitía en condiciones climáticas extremas enfrentarse a los nazis y vencerlos a pesar de cualquier sacrificio y sufrimiento... y además divertirse mientras lo hacían, pese a todo. Esta idea es nuestro objetivo.
"Hablo español! lo he hablado y lo hablaré mientras viva, y aún después de ser muerto ochenta siglos." parafraseando a Cervantes en La gran Sultana. La base de todo es transmitir una actitud a todos los hispanohablantes que forme parte de nuestro carácter, y esta actitud es la intransigencia, ser inflexible con nuestros derechos, resiliencia, perseverancia, firmeza siempre. Cualquier frase puede ser inspiradora.
Hubo una época en que los españoles eran los más bravos del planeta, los más peligrosos esgrimistas del mundo y no les atemorizaba nada por riesgo que hubiera realizaban las proezas imposibles, o llevaban a cabo las resistencias más desesperadas con éxito, y no retrocedían un palmo de terreno jamás. Pierre de Bourdeille les dedicó un texto donde decía "las fanfarronadas españolas superan a las de cualquier otra nación, tanto que son bravos, bravucones, valerosos y de genio vivo y hábil para improvisar frases con ingenio".
Durante 40 años hemos cedido en todos nuestros derechos, y cuanto más cedíamos pensando que se trataba de una negociación, más nos han menospreciado, sometido y marginado. Lo hemos sacrificado todo incluida la escuela y se ha comprobado que el catalanismo no quería lograr un equilibrio, ni derechos para todos, si no que quiere nuestra exclusión total del espacio público. Por tanto, no tengáis ya dudas, el catalanismo no tiene ninguna compasión de nosotros.
"Para ellos todo, para nosotros nada." Pensábamos que éramos dialogantes, que todas las partes tienen que ceder, pero el catalanismo funciona con la ley del embudo, quiere que el español se use solo en casa, como las zapatillas, e incluso eso también quiere cambiarlo por ingeniería social, actualmente perdemos casi 500.000 hablantes, y de hablar con el 55% de español con nuestros padres, hemos pasado al 35% con nuestros hijos.
En la novela de Stefan Popa "Si la adelfa sobrevive al invierno" habla de la decadencia del idioma arrumano (de los valacos) de esta manera: «Nuestra lengua —se lamenta— es un bastardo. Inútil. Nuestra lengua es una zapatilla. Las zapatillas te las pones después de haber colgado el abrigo en el perchero y haber dejado las llaves en el platito del aparador. Fuera calzas botas. El que quiere un futuro utiliza otro vocabulario. Así nos lo han enseñado». Esto es lo que nos quiere enseñar el catalanismo con el español. Es hora de rebelarse
Así que: "El español es mi lengua, no mi opción", ahora y siempre.